jueves, 16 de diciembre de 2010

REOS DE SAN MIGUEL





"Artículo 5.
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes."
Declaración Huniversal de los Derechos Humanos.



Yo me considero una persona que respeta a los otros seresumanos, con la excepción de los que no me respetan, claro, y sobretodo respeto la vida, es por eso que me acongoja la forma de morir que tuvieron los reos el pasado 8 de diciembre y es una muerte que nadie merece.


Se han escuchado y leído muchos comentarios sobre lo nacista que podemos ser los chilenos por la idea de encontrar "justo" la muerte de los 81 reos, otros comentarios de comparaciones de madres que tienen a sus hijos presos enfrentándose con las madres de hijos muerto por ese reo, y a pesar de mis estructuradas ideas de sociedad pienso firmemente que la vida es lo primero y que la ley salomónica dejémosla en la biblia y en la historia de ese pueblo.


La sentencia de los 81 reos muerto no era morir calcinados o ahogados en un incendio, sino era cumplir una condena de presidio en una cárcel maloliente y vivir un asinamiento que ni siquiera los animales tienen, pero claramente tampoco son mártires de nada.


Claro que no, no son mártires ni héroes de nada. Nada espectacular hicieron antes de morir, así que seamos o tratemos de ser justos también, y trataré de ser justo en este blog.


Las personas que están presos, mayoritariamente es porque quebrantaron una ley, ya sea vender películas, robar con violencia, matar, estafar, conducir en estado de ebriedad, no pagar la pensión, y tantas otras, no están ahí los que trabajan, los que pagan impuesto, los que estudian y quieren salir adelante con buenas intenciones, los que se conforman con cuatro pesos y no buscan de manera truculenta conseguir seis, no están los que pagan las cuentas a tiempo, no pues estimados lectores, están efectivamente aquellas personas que un tribunal dijo que habían quebrantado alguna ley, leyes que nos rigen para tener un poco de orden y lógica social, así que si juanito de los palotes sólo vendía películas piratas para ganarse la vida, también podría haber conseguido algún trabajo donde se ganara la vida también.


Así como nadie merece morir en un incendio, nadie merece vivir en las condiciones carcelarias que existen, ya que las condenas son la privación de libertad, no la humillación humana y la pérdida de los derechos mínimos humanos. No por ir a la cárcel tienen que ser tratados sin dignidad. Una sociedad civilizada debería empezar por promover las buenas conductas sociales para que exista la menor cantidad de delincuentes posibles, y a los delincuentes tratarlos con la dignidad humana que muchas veces estos mismos delincuentes desconocen, entonces se cae en un círculo vicioso que no le conviene a nadie...


Si hay delincuencia no es porque no tengamos una buena seguridad, sino porque dejamos que miles de niños y niñas se pierdan en una nebulosa de hastío y desesperanza, donde la superación social se pierde y empiezan micro sociedades a imperar, donde se mezclan las drogas y la delincuencia, y es más valorado ser de una banda temida que ir al colegio, donde es mejor quien asalta más bencineras que quien logra puntaje nacional en la psu. Es más atractivo para un niño con deficientes valores familiares entrar a estas micro sociedades que pertenecer a una sociedad que permanentemente le da la espalda y le cierra las puertas, y sólo se acuerdan de ellos cuando un programa de televisión quiere subir el reiting y muestra su pobreza.


Pero primero lo primero. Hay que descongestionar las cárceles, educar al pueblo y ofrecer trabajos bien remunerados. Repartamos la riqueza para que nadie se vea tentado a robarla. Lo justo es justo, y quien acumula riqueza a costa de los trabajadores también roba, pero no hay ley que lo sancione.


Los 81 reos que murieron trágicamente en la cárcel de san miguel, son una muestra clara de que las cosas deben cambiar, cambiando principalmente desde gendarmería y la "cultura carcelaria" que los mismos celadores están resguardando, haciendo ver que ellos no tienen ningún control o que están muertos de miedo.


A las personas que fueron víctimas de estos reos o de otros los entiendo muy bien, si a mi me pasara algo o a alguien de mi familia, lo más seguro es que trataría de hacer justicia de cualquier forma, y sacaría mi lado más animal e inhumano para tratar de saciar mi ira, pero estoy seguro que al final de la venganza sólo queda la pena inmensa y el sentimiento de que no valió la pena, al contrario, porque al daño primero se le añade el daño segundario y creamos un gran daño.

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